Conducta como Comunicación
Todos los niños tienen conductas. Muchas de estas conductas conforman un tema que concierne a
los padres, maestros, y otros. Las librerías están llenas de información sobre cómo tratar las
conductas inapropiadas de los niños. Ninguno debe sorprenderse que el niño con CHARGE también
tenga conductas que son tema de preocupación. Mientras las conductas inapropiadas de cada niño
pueden ser desafiantes, las conductas inapropiadas en niños con CHARGE pueden ser abrumadoras
por muchas razones. Primero, hay frecuentemente problemas de comunicación que hacen difícil
discutir los problemas de conducta y las expectativas con el niño. Segundo, las complicaciones
médicas pueden limitar los tipos de respuestas a la conducta inapropiada que los padres y otros
están dispuestos a emplear. Tercero, algunas conductas demostradas son casi inusuales cuando se
la compara con conductas de un niño común.
Cuando consideramos la asistencia de la conducta, uno necesita ser muy claro acerca de sus
objetivos. Eliminar la conducta inapropiada no es factible, y por si mismo probablemente es no
deseable. Para comprender esto, se necesita describir dos importantes principios. Primero toda
conducta tiene un propósito. La conducta no es aleatoria. Algunas veces el propósito puede ser muy
simple, como rascar una picazón sobre mi cabeza, pero es un objetivo orientado. Esto demuestra que
la conducta exhibida por nuestro niño con CHARGE no es aleatoria. Ellos los hacen así por alguna
razón. El segundo principio es igualmente importante: la conducta tiene una función comunicativa.
Esto significa que usamos la conducta para comunicar algo a los demás. Si comprendemos la
comunicación, y si comprendemos el propósito de la conducta, entonces cualquier conducta puede
tener sentido.
Ahora retornemos al tema de la eliminación de las conductas inapropiadas. Si ponemos nuestros
esfuerzos en detener una conducta, hemos dejado de lado un medio para un propósito y un medio
para una comunicación. Esto puede sugerir al niño que nosotros estamos interesados en sus
objetivos o en comunicarnos con él. Esto puede llevar a un aislamiento por parte del niño cuando
renuncia a tratar de comprometerse con nosotros en una comunicación y puede llevar a diferentes
conductas, quizás aun más difíciles, para tratar de lograr lo que el niño vive como objetivos
importantes.
De este modo, el primer objetivo de la asistencia de la conducta es comprender el propósito y la
comunicación que subyace a la conducta inapropiada, y usar lo que ayuda al niño a encontrar
métodos de comunicación más adecuados para lograr sus objetivos o para ayudarlos a encontrar
objetivos más adecuados. Un temperamento fastidioso puede ser un medio para comunicar el deseo
de recibir atención, pero los niños también tienen que aprender que ellos necesitan no ser el centro
de la atención todo el tiempo.
Cuando consideramos los objetivos de la asistencia de la conducta, necesitan ser tenidos en cuenta
seis principios importantes.
Primero, como ya se dijo, el problema de conducta sirve a un propósito
para que la persona, parte de lo cual es comunicación. La comunicación en general está cargada de
dificultades. Esto es porque toda comunicación está sujeta a codificar el mensaje y luego
decodificarlo e interpretarlo. Si elijo comunicar mi frustración con alguna situación, debo primero
tomar mi mensaje de frustración y ponerlo en algún tipo de formato comunicativo. usualmente el lenguaje
Esto es codificar. El que escucha debe luego oír mi mensaje e interpretarlo. Esto es
decodificar. Por supuesto, el que escucha interpreta basado en su marco de referencia en el
momento. Las personas con muchas habilidades para la comunicación son hábiles para codificar sus
mensajes, y precisos en su decodificación. Sin embargo, cuando tratamos con una persona que le
falta habilidades comunicativas, y quien puede de hecho ser no-verbal, la comunicación entonces se
vuelve extremadamente difícil. Esto demuestra porqué la comunicación con los niños puede ser un
problema, y verdaderamente porqué la comunicación con los niños con CHARGE es difícil.
Segundo, para identificar el propósito del problema de conducta se usa la evaluación funcional. Si
sabe el propósito, la conducta es comprensible. Nuestra primera tarea al trabajar con un niño con
problemas de conducta es comprender el mensaje subyacente a su comunicación. Nosotros
debemos decodificar su mensaje codificado. Para hacer esto tratamos de determinar la función o
propósito de la conducta. Mucho ha sido y es escrito acerca de métodos para la evaluación funcional.
Mucha preparación se necesita para utilizar algo de esos métodos. IDEA requiere evaluación
funcional en las escuelas, y los psicólogos educacionales deberían ser capaces de realizar tal
evaluación.
Tercero, la finalidad de la intervención es educación, no simplemente reducción de conducta. Una
vez que se cree comprender el propósito de la conducta ¿cómo intervenir? La dificultad aquí es
modificar la conducta inapropiada sin anular los intentos del niño de comunicarse. Aquí hay varias
consideraciones generales. Primero, no enojarse, amenazar, herir, o rendirse. Segundo, ayudar al
niño a encontrar un método más apropiado para comunicar el mensaje. Una tercera consideración es
evitar la crisis en la asistencia. Esto implica ignorar la conducta, proteger a la persona y otras, impedir
a la persona que haga algo si es necesario, alejar a quien está en peligro, y alentar conductas que
generalmente reducen las conductas inapropiadas. El problema de la crisis en la asistencia, la cual
por cierto debe ser usada a veces, es que no enseña al niño nuevos modos de comunicarse y
alcanzar sus objetivos. Una cuarta consideración es ser paciente. Toma tiempo modificar la conducta
en un modo que enseñe al niño los beneficios de una comunicación más clara.
Cuarto, el problema de conducta puede servir a muchos propósitos y por eso requiere muchas
intervenciones. La misma conducta, por ejemplo tener un temperamento fastidioso, puede ser usado
cuando el niño quiere algo, y cuando quiere evitar algo, y cuando simplemente quiere atención.
Intervenir en situaciones donde el niño quiere atención, puede no eliminar su uso cuando el niño
quiere evitar ir a ver al doctor.
Quinto, la intervención implica cambios en los sistemas sociales, no sólo en el individual. Al
considerar estrategias de intervención, hay enfoques que son directamente aplicados al niño,
aquellos que son indirectamente aplicados mediante el cambio de la conducta de otra persona en el
ambiente del niño (tal como cambiar la conducta de un maestro o un padre), y aquellos que modifican
el ambiente en si mismo. Una pregunta que podría hacerse es si el problema es que el niño está
comunicando inadecuadamente, o si el sistema social no está escuchando al niño. Muy a menudo el
enfoque es hacer que el niño cambie para ajustarse a las demandas del sistema, como opuesto a
observar cómo el sistema podría ajustarse mejor a las necesidades del niño.
Finalmente, el cambio en el estilo de vida es el último objetivo de la intervención. Tratar y enfrentar
los problemas de conducta de los niños es muy estresante, debido a la preocupación y a un sentido
de impotencia.
Nuestra meta debería ser niños y familias capaces de ajustarse a las necesidades y encontrar
satisfacción con sus vidas. Aquí hay algunas ideas para ayudar a enfrentar el problema. Primero,
esté contento cuando su niño está tratando de comunicarse. Puede no gustarle el método, pero al
menos allí puede encontrar una conexión. Segundo, elija sus batallas sabiamente. No toda conducta
inapropiada tiene que ser tratada. No toda problema de conducta necesita ser rotulada como
conducta inapropiada. Vaya detrás de aquello que causa a su niño las mayores dificultades. Tercero,
no sienta como si tuviera que ir solo. De hecho, cada uno en el ambiente del niño necesita estar en la
misma página en términos de responder al problema. Por eso movilice tanta ayuda como sea posible
de los demás. Finalmente, cuide de si mismo. Ud. no es simplemente el padre de un niño con
CHARGE. Ud. es una persona en su propio derecho, con sus necesidades y objetivos. Si Ud. nunca
tiene una oportunidad de trabajar sobre sus propios objetivos, Ud. se volverá menos y menos útil para
su niño.