Fisura Palatina y Labio Leporino

 

Labio leporino

Es una malformación relativamente frecuente que procede en la falta de fusión de los mamelones que van a constituir el labio superior al fusionarse con el procedente del primordio maxilar y que da lugar al filtrum.

El labio leporino puede ser unilateral (como en la imagen) o bilateral. Frecuentemente, se asocia a grados variables de malformación de la narina correspondiente, y sobre todo al denominado paladar hendido.

Labio leporino unilateral que no llega a la narina del mismo lado

Labio leporino unilateral que no llega a la narina del mismo lado

Dado que los labios forman un esfínter destinado a la succión, los niños con labio leporino son incapaces de alimentarse en el pezón de la madre o ser alimentados con tetina. La reparación quirúrgica proporciona resultados muy satisfactorios desde el punto de vista estético y funcional.

Labio leporino corregido quirúrgicamente

Labio leporino corregido quirúrgicamente

Paladar hendido

El paladar hendido suele aparecer unido a la anterior entidad (imagen) y, más raramente, aislado. Consiste en un defecto de fusión de los mamelones que crecen horizontalmente para dar lugar al paladar óseo y mucoso desde ambos procesos maxilares. En este proceso se independizan las fosas nasales de la cavidad oral.

Paladar hendido asociado a labio leporino

Paladar hendido asociado a labio leporino

El bebé que presenta esta malformación no sólo estaimposibilitado para succionar el alimento sino que, además, presenta regurgitación de él por las fosas nasales. Se debe recurrir a la alimentación con sonda, a la reparación quirúrgica o al uso de prótesis que aíslan la nariz  la cavidad oral. Los resultados funcionales son buenos aunque siempre persiste una cierta incapacidad para el funcionamiento de los músculos periestafilinos, (periestafilino interno (elevador del velo del paladar) inervado por el plexo faríngeo y periestafilino externo (tensor del velo del paladar) inervado por el V3) lo que condiciona grados variables de déficit de la apertura de la trompa de Eustaquio.

La hipertrofia adenoidea a que se asocia debe ser valorada con cuidado pues compensa para completar el cierre rinofaríngeo en el momento de la deglución, por lo que la extirpación de las vegetaciones puede causar la salida de líquidos por la nariz aún en niños operados (palatorrafia) con éxito.

Úvula bífida y paladar hendido submucoso

Úvula bífida en cavidad oral con superficie palatina aparentemente normal

Úvula bífida en cavidad oral con superficie palatina aparentemente normal

La existencia de dos estructuras uvulares como la que muestra la imagen es expresiva de un déficit parcial de la fusión de los mamelones palatinos. En cualquier caso, es necesario realizar una palpación de la línea media ante la posibilidad de que exista un paladar hendido submucoso, lo que implicaría una dificultad en la coordinación de los músculos periestafilinos, que intervienen en la movilidad de la trompa, lo que puede dar lugar a otitis secretorias de repetición.

 

 

 

 

Paladar ojival

Paladar ojival

Paladar ojival

La porción superior y anterior de la cavidad bucal es el paladar duro, de estructura ósea; está formado por la apófisis palatina del maxilar y la apófisis horizontal del palatino. Se denomina “paladar ojival” a una alteración del paladar duro en los niños consistente en la elevación de su parte central con un marcado arqueamiento de las laterales por demasiado crecimiento de los mamelones palatinos, que se elevan en su parte central ocupando espacio en las fosas nasales.  Frecuentemente produce una desviación septal y se asocia al fenómeno de “dientes apiñados”. En niños, predispone a la aparición de adenoides. Aunque se ha achacado al uso de chupetes o a chuparse el dedo, la realidad es que suele ser un epifenómeno en personas con facies estrecha y alargada, la mayor parte de las veces, de origen familiar. Su tratamiento es la ortodoncia.